Así se estructura nuestra vida, en base a creencias; éstas creencias en su mayoría las podemos clasificar en dos grupos: Las creencias buenas, aquellas que nos potencian y nos ayudan a conseguir nuestros objetivos y las creencias que nos limitan y obstaculizan el camino para lograr el éxito.
Lo cumbre de las creencias, es que muy pocas nos pertenecen de verdad, casi todas las potenciadoras y limitantes, fueron aprendidas, podría decir que desde el vientre materno.
Desde que nacemos comenzamos a recibir creencias de nuestros padres, familiares, entornos, escuelas, universidades y las adoptamos como reales; lo grave, es que pensamos que todas las personas se deben regir bajo ese mismo código de creencias. Nos convertimos en una especie de tiranos, dando cátedra sobre lo que debe ser y lo que no y nuestro único respaldo es nuestro código de creencias, lo que nos hace pensar que somos dueños de la verdad absoluta.
Ahí es cuando se manifiesta la INTOLERANCIA, el rechazo, el odio y un sin fin de emociones más, normalmente dañinas, no solo para el que no cree en lo que yo creo, sino para mi mismo, al no poder escoger libremente en que quiero creer.
Uno de los casos más típicos son las creencias religiosas, hemos visto como se realizan atrocidades, en el nombre de dios. La historia también nos revela grandes tragedias en la humanidad, genocidios, basadas en creencias de raza, género y dinero.
Cuando somos rígidos y cerrados en cuanto a nuestras creencias, nos convertimos en tiranos, controladores, en jueces sin piedad, lo que nos ocasiona, ansiedad, tristeza, estrés y rechazo, porque es muy difícil salvo miembros de nuestra familia y ni siquiera, que todos los que nos rodean se rijan bajo nuestro propio código de creencias.
Al tener apertura y aceptación en las diferentes creencias de las personas que nos rodean, nos relajamos y comenzamos a disfrutar de los beneficios que pueden tener esas creencias para nosotros y no nos habíamos dado cuenta.
Entonces se manifiesta la aceptación, la compasión, la ayuda al prójimo, convirtiéndonos así en mejores seres humanosy en personas más felices.
Esto no quiere decir que de ahora en adelante no vas a tener tus propias creencias, simplemente vas a tomar lo que mas te gusta de las creencias de otros y vas a ampliar tu código, disfrutando así de la vida de una forma mas libre y menos crítica.
Te invito a hacer un ejercicio, toma papel y lápiz y escribe 5 creencias que son importantes en tu vida, ahora pon el nombre a quien pertenece esa creencia, si es a tu mamá a tu abuelita a tu maestra de 5to. grado, si te acabas de dar cuenta que es una creencia que te limita, que te frena, devuélvesela con amor y transformarla a positivo.
si quieres compartir alguna de esas creencias conmigo, hazlo en los comentarios.
Feliz vida
Tatiana Saldivia M